Hoy he cogido del comedor un par de cajas grandes de la fruta que nos traen y las he llevado a clase. Era casi la hora de salir al patio, y no imagináis el juego que han dado las cajitas: se han convertido en coches, cunas, casitas... en fin, solo hay que ver sus caras...
No hay juguete mejor en las manos de un niño que una caja ja ja En mi casa es éxito asegurado. Un beso.
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